domingo, diciembre 10, 2006

Que me cuenten historias

De vez en cuando tengo fines de semana en los que me apetece que me cuenten historias, que me den ideas, sentirme identificada con personajes... y me pongo a ver películas. Tenía bastantes por ver. Casi siempre tengo muchas por ver. Y libros por leer...
En el cine he visto El Ilusionista. Me gustó mucho Edward Norton. Bueno, la película entera. Es la misma esencia del cine, la de proveer ilusión. Hacerte ver que lo que crees que es verdad es sólo lo que quieres ver.
El resto de películas las he visto en casa. El club de la lucha. Sin palabras me dejó; es original, transgresora, políticamente incorrecta. Otra que vi fue Un buen año. No está mal para pasar el rato. Y Bajo sol de la Toscana. Me apetecía verla cuando se estrenó allá por el 2003 (lo he mirado antes, claro, no es que me acordara...). Pero no ha sido hasta este fin de semana cuando unos conocidos nombraron la Toscana porque seguramente irán de viaje, y empecé a pensar que a mí también me apetecería viajar allí. Y me acordé del título de esta película.
Me ha gustado mucho verla. Ha habido un par de momentos en los que me he sentido bastante identificada. Supongo que es una película que sólo les gusta y entienden las mujeres. Seguramente. Igual que la película de "El Club de la Lucha" sólo la podía haber imaginado y escrito un hombre. Es así. Pero eso no quita para que me gustara. En esta última se dicen muchas frases interesantes y hay escenas que merecen verse un par de veces más.
Sólo diré que me ha gustado una frase que se dice en la película "Bajo el sol de la Toscana" que es la última que he visto, y eso, que para mí ahora es perfecta:

Cuentan que construyeron la vía férrea sobre los Alpes entre Viena y Venecia antes de que existiera un tren que pudiera realizar el trayecto; aún así la construyeron; sabían que algún día llegaría el tren.