Nada más llegar ya nos dieron la bebida fresquita, que la noche calurosa lo requería, y nos dijeron que la cena la tomaríamos en la terracita. La terraza, grande, daba a una calle peatonal, llena de árboles plataneros que ligeramente mecían sus hojas al compás del ligerísimo aire de esa noche calurosa de agosto (¡qué poético me ha quedado esto!), aunque ahora que pienso igual se movían más por el ventilador que teníamos puesto que por el propio aire que corría...
Mesita decorada con gusto en la terracita donde íbamos a "papear"
Y a eso de las 22.30 empezamos con la cena.
Como entrantes para picoteo unas olivitas verdes, que no falten...
Enseguida el chef nos agasajó con una tortilla de patatas, calabacín, ajos,... que estaba buenísima, además de tomate de la huerta (de su padre) con lonchas de queso mozzarella, aceite de oliva y albahaca (¡muy italiano!). Un aperitivo muy fresco y rico.
Para seguir tomamos unas fajitas de pollo, pimiento verde, cebolla, lechuga, picante y queso. Sabrosas.
Y de postre... un dulce de leche, con canela y ¡¡mermelada de fresa!! Mi subconsciente me engañó y en la primera cucharada que tomé, dije ¡arroz con leche! y me dijeron: "¿dónde has encontrado el arroz?". Me lo pensé dos veces, y efectivamente, ¡¡no había arroz!! Un postre sorprendente, rico y dulce.
En fin, una noche, tranquila, deliciosa y en compañía de muy buenos amigos, ¡qué más se puede pedir!
2 comentarios:
Me alegro que lo pasarais tan bien!!!!! besotes!
Me alegro que lo pasárais bien!!!! besotes!
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