miércoles, julio 13, 2005

Compañeros de viaje

Hacía tiempo que no me pasaba. Al principio de venirme a Madrid, cuando hacía los viajes de ida y vuelta a Zaragoza, me ocurría que la gente con la que me sentaba en el autobús o el tren, me empezaba a hablar y a veces no parábamos en las casi cuatro horas que dura el viaje, charlando de nuestras idas y venidas, del trabajo, no sé, cualquier cosa. En los dos o tres últimos años, como decía, casi nunca me senté, por azar, con gente dispuesta a compartir un rato de conversación... Aunque también es verdad que hay días en los que uno no se encuentra con ganas de explicar y hablar... En fin, pues este fin de semana pasado se rompió "esta racha" y me senté al lado una chica, Elena, muy maja, como diríamos los maños. Nos dio tiempo a contarnos de todo: estudios, trabajo, hobbies (uno de ellos era hacer punto o tejer; curioso porque no es habitual ver a una chica joven con estas aficiones; bueno, yo también he hecho mis pinitos con las agujas y el punto...!). La vida tiene estas cosas, que de vez en cuando, sin que te lo esperes, te encuentras con gente amable y que merece la pena conocer.