miércoles, octubre 08, 2008

El autobusero simpático

El día de hoy, en vez de pasar yo por él, ha pasado más bien él por encima mío.
No sé, el otoño, estrés laboral, un día nublado cualquiera, tener que lidiar con la incompetencia en la administración universitaria..., son esas pequeñas variables que hacen el día más entretenido.
Pues iba cargada con bolsas tras hacer la compra y he cogido el autobús, por supuesto el 42: es que soy una incondicional de la línea. Cuando he ido a pasar la tarjeta y saludar al autobusero, al verlo, me he dado cuenta de que el que conducía era, el autobusero simpático, y digo bien, cuando digo "el", porque creo acertar si afirmo que es el único.
Es un hombre de mediana edad, con gafas, y una cara que me es familiar, igual es de tanto coger el autobús, pero no sé yo diría que es televisiva y me recuerda a alguien. Y lo mejor, ¡¡es que tiene un humor...!! Que no sé como lo sigue teniendo, porque esto también hay que reconocérselo a los autobuseros: ¡Anda que no tienen que aguantar ni ná con algunos usuarios! Sí, yo también me incluyo, pero es que a veces nos tenemos que desahogar con alguien, porque esperar media hora en la parada, no hace gracia a nadie, pero señores usuari@s quejémosnos también en Tuzsa, en el Ayuntamiento, medios de comunicación, etc., para que se enteren bien, los que se tienen que enterar.
En fin que me desvío. Pues decía que tiene mucho humor, y siempre está alegre y sonriendo. Hoy me ha visto y como ya hemos coincidido varias veces, nos hemos puesto a charlar un rato hasta que he llegado a mi parada. Me ha contado un par de chistes y anécdotas. Y encima ha tenido también tiempo para intentar hacer la vida más fácil a la gente.
Resulta que alguien se ha debido hacer aguas menores o bueno, pensemos mejor que se le ha caído algo de bebida, en el asiento que justo estaba detrás de él, y cuando un niño se ha querido sentar en él, una señora le ha advertido que no se sentara que ella se había mojado al estar sentada ahí. Al contárselo al autobusero, me ha dado un periódico y lo he puesto encima de una bolsa de plástico que ya alguien había colocado, y luego se le ha ocurrido, que para que no se sentara nadie, poner encima también el cartel de "Fuera de servicio" y ¡listo! Ah, y otro detalle. En una de las paradas ha visto a dos personas mayores y se ha acercado bastante al bordillo de la parada para que se pudieran subir mejor al autobús, y la mujer mayor, nada más subir le ha agradecido que se hubiera acercado tanto. Lo cual me indica que no es una práctica habitual...
En fin que me ha alegrado el día. Encontrarte de vez en cuando con gente así, es como un soplo de aire fresco: desintoxica de los malos humos y humores ¡¡Muchas gracias!!