sábado, agosto 06, 2011

Uso razonable de las nuevas tecnologías

Es algo en lo que ya llevo un tiempo pensando. Quien me conoce sabe que me encantan las tecnologías, sobre todo las relacionadas con Internet. Mi trabajo además está relacionado con ello. Me gusta este ámbito porque continuamente, para bien o para mal, surgen nuevos contenidos, aplicaciones web interesantes, y eso me permite jugar, probar, en fin, como decimos por Aragón, chafardear. Sin embargo, por varios motivos, no he podido incorporarme al recién aparecido mundo de los smartphones y el acceso a Internet desde el móvil con tarifas planas.
Al principio yo quería. Y así estuve investigando con MoviEstrella y VodaFono para ver si conseguía un Iphone con su correspondiente conexión, a buen precio. Pero eran las navidades y era imposible. Era la fiebre, y encima, el momento más febril. Mal momento para intentarlo. Finalmente, perdí mi móvil que tenía dos años y funcionaba bastante bien, y deprisa y corriendo tuve que comprarme un móvil, que en nada se parecía a un móvil táctil y moderno.
Pero cada vez estoy más contenta con él. Y no lo digo desde el despecho por no estar en el mundo smartphone. Sino por dar gracias de no tener esa tentación y estar literalmente enganchada a un móvil. Y con eso digo al whatsapp, foursquare, o lo que sea que tengan estos móviles.
Es indudable, como todas las tecnologías nuevas que aparecen, que tienen beneficios sobre las tecnologías anteriores. Pero su uso debe ser moderado, porque si no esas ventajas ya no lo son tanto.
Veo a gente que está en el trabajo, reunida con amigos, conversando, e intenta estar en dos mundos: el físico y el virtual.
Me doy cuenta que es difícil no verse imbuido y atraído por las continuas reclamaciones de familiares, compañeros, amigos y conocidos que pugnan por tu atención (cada vez pide más), desde tu móvil: lucecitas, avisos, alertas, noticias que te llegan antes que nadie. Eres el rey/la reina de la información. Cada vez sabes más y más rápido que el resto de tus amigos,... Pero el estrés que genera, no se si compensa.
Por mi trabajo e inquietud personal supongo que terminaré teniendo uno. Pero este "retraso" en la adquisición de uno, el observar el comportamiento de la gente, me hace repensar y reflexionar. Quizás me tenga que tragar mis palabras. Quizás no. Si finalmente caigo en la locura, queda registrado en este blog, que en algún momento estuve cuerda.