domingo, mayo 13, 2012

Zaragoza es menos cine

Hace un par de semanas, mientras iba a trabajar, oí por la radio que los Cines Renoir dejaban de proyectar películas el 10 de mayo. Una pena. Me gustaban mucho. Iba poca gente (para mi una ventaja, pero obviamente para las salas de cine, no lo era...), ponían películas europeas, asiáticas, cine diferente,... y en versión original, subtituladas. Demasiado para una actividad de ocio: ver una película, pensar, leer, entender lo que dicen... tantas exigencias (entre otras económicas) lo han llevado al The end. No contentos con este cierre, hace una semana leía en Heraldo, que La Casa del Cine cerraba también. Con esta noticia me quedé... estupefacta. Esta tienda del coleccionismo significó mucho en mi juventud, allá por los años 90. Entonces empezamos a ir al cine, descubrimos las Ferias del Coleccionismo (sobre todo de música, pero también de cine) que ponían en la Centro Cívico Delicias (¡ójala lo abrieran otra vez de nuevo!) y ahí veíamos al matrimonio que tenían esta tiendecita en una bocacalle de la Calle Delicias. Era genial para nosotras porque tenían de TODO. Y claro como nos gustaban muchos actores, comprábamos sus fotos, también nos coleccionábamos postales con los carteles de cine, ¡esa tienda era el paraíso! Nos podíamos pegar horas y horas mirando sus decenas de álbumes... Y cuando ya nos decidíamos a hacer nuestra compra ¡salíamos tan contentas...! En fin, nostalgia. Zaragoza estos días es menos cine.

1 comentario:

Chus dijo...

Lo de los Renoir me llegó al alma. No sólo eran cines de referencia en Zaragoza por su programación, sino que para este barrio, el de Universidad, significaban 'nuestras salas', una alternativa de ocio al alcance de los bolsillos de casi cualquiera. Sus descuentos a parados, estudiantes, jubilados; sus horarios, distintos a los de otras salas casi desde su inauguración... los hacían 'familiares' para los pobladores de esta zona de la ciudad.
En fin, no todo el mundo estaba en esa línea, pues el descenso de los espectadores era evidente, aunque los sábados había tanta cola en los Renoir como en La Romareda para ver el partido del Zaragoza.
¡Mala suerte para los cinéfilos! ¡Y buena suerte al Zaragoza!