A mi amiga Ana, cuando llegan las Fiestas de Pilar, le entran ganas de montar un sarao. Este año, en vez de celebrar su cumpleaños que cae en agosto, en octubre, la excusa fue, que como recientemente se había mudado de casa, pues naturalmente había que hacer una fiesta de inaguración de la ídem.
Así que de nuevo había a la vista una fiesta en pilares organizada por Ana y José Luis. Se nos prometieron ricas viandas preparadas por el chef JL. Peeeero si queríamos entrar a la fiesta, los anfitriones nos dejaron bien claro que debíamos respetar tres reglas: 1. No debíamos llevar tacones y si llevábamos tacones, se nos proporcionarían unas zapatillas de andar por casa. 2. No se podía fumar dentro de la casa. 3. Los smartphones debían quedar en una cesta colocada nada más entrar (sólo me dejaron el móvil para hacer las fotos del evento y poder hacer la crónica de la fiesta, ¡en exclusiva!, para mi blog Pulsiones).
La fiesta fue un éxito: la comida, la compañía, los juegos, las risas...
¡Ana y JL id pensando en otra excusa para organizar una igual al año que viene ;D!
Tortilla de patata, revuelto de morcilla con pimientos, guacamole, nachos, queso...
Paté, jamoncico, patatas bravas, champiñones fritos, fuet...
Es de buen gusto que los invitados visiten al cocinero y le hagan una visita a su templo
El cocinero orgulloso de su ensalada
Ensaladilla
Ensaladilla, pizza casera
Smartphones abandonados a la entrada de casa (¡aquí hay unos cuantos euros!)
¡Tacones fuera, chanclas dentro!
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